Los orígenes de la Fundación +Vida se remontan al verano de 2013, fecha en la que Duarte Falcó y yo asistimos a un Congreso Internacional de jóvenes provida en Polonia, invitados por Modesto Fernández, uno de los padres de esta Fundación.
Al volver a España, contagiados por el entusiasmo y el espíritu activista que vivimos en dicho Congreso, donde jóvenes de otros países habían conseguido organizar grandes campañas de concienciación a favor de la vida, decidimos que teníamos que hacer algo. Nos encontrábamos en un momento clave para la historia de la defensa de la vida en España, donde el Ministro Alberto Ruiz-Gallardón había desarrollado el anteproyecto de Ley de Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada.
Era el momento de sumar la voz de los jóvenes a este debate que podía suponer un avance histórico en la protección jurídica del concebido en retroceso del falso “derecho al aborto” que había instaurado la Ley del aborto libre de 2010. Como relevo generacional de la sociedad, teníamos que luchar por heredar un país donde el principal derecho y valor de todo ser humano estuviera salvaguardado.
Y así lo hicimos. Una de las primeras llamadas que hicimos fue a Juan Cotino, padre de la llamada “Ley +Vida” que aprobó en su etapa de Vicepresidente de la Comunidad Valenciana. Fue la primera ley autonómica en España abiertamente provida y que reconocía al concebido como un miembro más de la familia. Acabamos adoptando como denominación de la entidad el nombre de su Ley porque creímos que era el más acertado para defender la causa siempre desde un mensaje positivo, en pro de la vida y de la maternidad, y con ánimo de sumar a la sociedad y al colectivo provida.
Desde entonces, hemos contado con un gran amigo, consejero y colaborador de la Fundación que nos ha apoyado en todas las iniciativas que hemos desarrollado a lo largo de este tiempo. De él siempre hemos tenido la inspiración de la concienciación sobre la maternidad a través de campañas solidarias en beneficio de mujeres embarazadas sin recursos para que puedan seguir adelante con su embarazo.
Juan era una persona sencilla, afable y con un sentido común aplastante. Era capaz de convertir conceptos difíciles y una fundamentación razonada y concienzuda en mensajes simples y de fácil comprensión para el pueblo llano, permeable en la sociedad en su conjunto. Esta destreza, unida a su gran corazón y bondad sin límites le han hecho dejar una huella que perdurará siempre en nuestro recuerdo.
Los inicios de +Vida no fueron nada fáciles. El propio Carlos Falcó dudaba incluso de los mismos. Decía que era una “causa triste” y nos animaba a no continuar adelante con nuestro proyecto, atrevido y ambicioso. Pero pronto descubrió que se trataba de una de las causas más positivas y necesarias de la sociedad.
Su apoyo lo ha convertido en público y notorio a lo largo de estos años, presumiendo de la Fundación siempre que tenía ocasión, en los medios de comunicación y en los propios eventos de +Vida donde no dudaba en tomar la palabra para recordar sus dudas iniciales y su posterior certeza absoluta de que se trataba de una causa que había que defender.
Carlos nos ha ayudado a abrir algunas puertas, ha puesto siempre a nuestra disposición su casa para acoger las reuniones navideñas y las ocasiones especiales, y su bodega ha regado todas las celebraciones de la Fundación con sus maravillosos vinos. Pero siempre lo hizo con una generosidad discreta y engalanada de su característica caballerosidad.
Así era Carlos, siempre risueño, con un gran positivismo que conectaba con el ADN de la Fundación y que sabía encontrar las fortalezas dentro de las debilidades, las oportunidades en los momentos de adversidad y relativizar todo aquello que pudiera obnubilar una visión de futuro y a largo plazo.
Este gran espíritu de un emprendedor nato que también vivió momentos de dificultad en el inicio de su carrera en el mundo del vino pero que supo revertirlos con fuerza, coraje y tesón hasta convertirse en una referencia vinícola a nivel internacional nos ha inspirado siempre y nos guiará en toda nuestra andadura.
Carlos y Juan, que ahora os reencontráis con nuestro siempre querido Ignacio Echániz, coordinador de la Fundación Vocento y miembro del primer Patronato de la Fundación +Vida donde siempre tendremos un espacio para ti por la gran huella que dejaste, protegednos y guiadnos desde el Cielo como lo habéis hecho hasta ahora en el mundo terrenal. E interceded por la defensa de la vida universal y la abolición de todo ataque contra la vida humana.
Descansad en paz.
Álvaro Ortega.
Presidente de la Fundación +Vida